Pequeño gran cabaret

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para Sala,Calle
Espectáculo adaptable a la calle

Para todos los públicos.
Duración: 70 minutos
Género: Cabaret musical compuesto por circo, danza, teatro y clown.

Creado por Indeleble Comunidad Artística.
Interpretado por Nuridraka, Ignacio Yuste, Concha Quintana, Mariano Rabadán y Yago García.

Un “Cabaret” con la única pretensión de pasarlo…. ¡¡Bien!!.
El Pequeño Gran Cabaret Indeleble, es un espectáculo creado en exclusiva por Indeleble Comunidad Artística, para todos aquellos que no conciben la vida sin teatro y sin Circo.
El Cabaret Indeleble reúne todos los ingredientes de los clásicos espectáculos de varietés: Humor, música, baile, provocación y por supuesto la participación del público. Recordando por momentos al cabaret de los años 30, al circo itinerante, o a los musicales de los 50. Este montaje concebido para la noche, reflexiona sobre los temas más actuales, siempre desde el juego escénico más fresco y gamberro.

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Humor a la cara

CARTEL humor a la cara
para Sala,Calle

Para todos los públicos.
Duración:
 60 minutos.
Género: Circo y humor.
Interpretado por Yago García.

Espectáculo de Humor y Circo para todos los públicos, lleno de tonterías y payasadas para los
más pequeños, y humor con ironía y sarcasmo para los más mayores.
Un popurrí de circo con malabares, equilibrios sobre rulo y monociclo jirafa. El payaso Filete no
es más que un elocuente parlanchín que necesitará de la ayuda del público durante toda la
función.

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Bajo el andamio.

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para Calle
Espectáculo adaptable a la calle

Para todos los públicos.
Duración: 60 minutos
Género: Teatro, circo y humor. 

Dirección: Sergio Lopez
Creado por Teatro Percutor
Interpretado por Ignacio Yuste, Mariano Rabadán y Héctor Vázquez.

La historia de dos hombres fracasados, hundidos en la miseria, sin nada más que el andamio bajo el que viven. 

Recién salidos del país de las maravillas donde todo era dinero a espuertas y fácil de ganar, cuando en el horizonte solo se oteaba desarrollo, crecimiento y prosperidad, pero un día eso terminó: la empresa dejó de pagar, el banco se llevó la casa, el coche  
y hasta la esposa. 
A ellos lo único que les queda es la dignidad para  protestar para exigir que su jefe, su antiguo colega, les pague:

¡PACO, PÁGANOS!

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